Detrás de acampar en un ecolodge se esconde una modalidad de alojamiento turístico que cumple con criterios ecológicos respetuosos con el medio ambiente.
Por lo tanto, se inscribe en la reciente tendencia del ecoturismo o del turismo denominado responsable. Aunque hoy en día no existe un sello oficial, el ecolodge es reconocido por sellos ecológicos como el ecoturismo o el turismo verde a nivel europeo y nacional, ya que el objetivo principal es preservar la naturaleza del impacto turístico mediante el respeto al entorno local.
Un ecolodge, por lo tanto, debe ser construido con materiales naturales, sanos y reciclables. Debe ser económico en términos de energía, tener una gestión eficiente de los residuos (rehabilitación ejemplar del lugar de implantación para los alquileres estacionales, por ejemplo) y, por supuesto, integrarse perfectamente en su lugar de explotación.
Bajo el término "Eco-lodge" se agrupan numerosos tipos de alojamientos insólitos. Por lo tanto, podemos encontrar lodges de última generación implantados en una playa que serán desmontados al final de cada temporada. Pero también estructuras permanentes como cabañas en los árboles, semi-enterradas en el corazón de un bosque o sobre pilotes al borde de un lago. Solo la imaginación de los diseñadores limita su deseo de hacer su ecolodge lo más insólito posible.
